Alejandro Sanz invita a los marabinos a su paraíso

Tantos años de espera para ver a Alejandro Sanz fueron recompensados a los marabinos en apenas 120 minutos cargados de música y pasión. Un paraíso de melodías y efectos especiales disfrutó anoche el público que vio por primera vez en la ciudad al cantante español

Tantos años de espera para ver a Alejandro Sanz fueron recompensados a los marabinos en apenas 120 minutos cargados de música y pasión. Un paraíso de melodías y efectos especiales disfrutó anoche el público que vio por primera vez en la ciudad al cantante español con su Tour Paraíso, con el que cerrará un intenso ciclo de 12 meses en los que ha recorrido el mundo.

El Palacio de Eventos, repleto de miles de fanáticos, fue el sitio donde el madrileño debutó. Allí hizo gala de su talento y de su carisma y buen humor. A las 9.30 de la noche comenzó la proyección de un video en el que decenas de anécdotas de personas de todos partes del mundo decían cual era su paraíso. Minutos después miles de bombillos de las pantallas LED destellaban y reflejaban el efecto tridimensional de gotas de lluvia para que el intérprete comenzara su esperado show.

Al son de Mi Peter Punk la gente se fue adentrando en el Paraíso Express de Sanz, quien escogió Venezuela como el país con el que despedirá su exitosa gira latinoamericana. Enérgico, pícaro, atrevido y muy apasionado, así se mostro el cantante andaluz apenas salió al escenario, donde lo esperaban siete músicos y dos coristas.

Vestido casualmente con chaqueta y pantalón negro, que combinó con una franela verde con el mapa de Venezuela y el símbolo de la paz estampado -diseñada por una venezolana-. "Maracaibo ¿entonces hay concierto?", gritó antes de comenzar a cantar y a tocar su guitarra blanca. "Buenas noches, no saben la emoción que es para mí estar aquí esta noche. Qué maravilla, muchas gracias por el recibimiento", dijo en uno de su numerosos diálogos e intercambios con la fanaticada.

Entre aplausos y gritos de euforia Sanz cantó Lo que fui es lo que soy, Desde cuando, Viviendo de prisa y -una de las más esperadas de la noche- Nuestro amor será leyenda. "Hace calorcito no?", bromeó la estrella que la semana pasada ganó el décimo sexto Grammy de su carrera. "Sé que está celebrando la feria de La Chinita, alguien me la ha regalado para que me cuide en el final de la gira", confesión que desató más manifestaciones de cariño.

De lo viejo y de lo nuevo

Algo que no faltó en ningún momento en el concierto del madrileño fue la pasión, que se notaba con cada nota y estrofa que regalaba a la audiencia mientras cerraba los ojos y sonreía. Uno de esos momentos fue cuando uno de los temas más emblemáticos de su carrera comenzó a sonar: Corazón Partío. Aquí demostró el flamenco corre por sus venas y por sus piernas, ya que se transformó en un bailaor.

Yo hice llorar hasta los ángeles, Sin que se note, Lola Soledad, Quisiera ser, Malo y No es lo mismo formaron parte del repertorio de éxitos. Pero la emoción llego al tope cuando para orgullo de los zulianos el cantante marabino Alfonso Rodríguez -que se encargó de la antesala al show- fue llamado al escenario para hacer un dúo con el astro español con el tema Cuando nadie me ve.

Detalles como flores, peluches, cartas y hasta una gorra con la bandera venezolana le fueron entregados al cantante. En retribución Sanz les regaló la razón de ser de su paraíso: Looking for paradise. Acompañado de una corista regaló al público el tema que hizo popular junto a Alicia Keys. Sus dotes de pianista se reflejaron cuando interpretó ¿Lo ves?, Tú no tienes la culpa, Tu letra podré acariciar y Aquello que me diste, las cuales complementaron la parte más romántica de la velada.

Sanz cumplió y sólo vino a cantar. Sin mensajes políticos, ni sociales enamoró al público, del cual se despidió con un midley de las "viejitas", temas como A la primera persona, Mi soledad y Yo, Amiga mía y Y si fuera ella?. "Espero que este momento se repita en muchos años", dijo el artista que reunió a sus músicos y al son de un zapateo al estilo del flamenco dijo "hasta pronto".